Otrora líder del mercado mundial del azúcar, Cuba está lejos de recuperar los fecundos volúmenes de producción de otros tiempos en una industria considerada la locomotora económica del país pero que no logra despegar desde su desplome en la década de 1990.

De los 156 centrales operativos antes de 1959 quedan 56, y solo 38 de ellos están moliendo en la cosecha 2020-2021. Y los 5,6 millones de toneladas de azúcar recolectados en el año del triunfo de la Revolución, o los siete y hasta ocho millones en las mejores temporadas entre 1970 y 1989, se han reducido a poco más de un millón proyectado para la actual zafra.