La OMS es la autoridad frente a la pandemia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) debería de ser más escuchada siempre, pero sobre todo, bajo el actual escenario que vive el mundo por el asentamiento de la pandemia.
El desarrollo de varias vacunas para mitigar la Covid-19 ha sido, científicamente hablando, un gran paso para la medicina. La ruta crítica normal desde el nacimiento hasta la distribución de cualquier vacuna es, por lo menos, de un lustro o hasta dos. Es comprensible que, frente a los efectos muchas veces mortales del virus, los ciclos de vida de las pruebas médicas de las vacunas y la aprobación de diversos entes reguladores se reduzcan, pero esto no significa que se descuiden la metodología de la pruebas. Sí sucede que las pruebas se llevan a cabo con mayor rapidez.
Desde el pasado mes de enero hemos visto en Europa un diferendo importante entre la farmacéutica de origen británico AstraZeneca y la Unión Europea debido a un supuesto incumplimiento en la distribución de la vacuna entre los 27 miembros, particularmente por el cierre temporal de la planta que tiene la farmacéutica en Bruselas, por motivo de las obras para incrementar la producción.
Enero fue, adicionalmente, importante por la entrada en vigor del Brexit, es decir, fue un mes difícil políticamente para Reino Unido y la Unión Europea.
El desabasto de la vacuna hizo sonar las alarmas en la Unión Europea. Ayer, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, “amenazó con impulsar un endurecimiento de las condiciones para exportación de vacunas anticovid si no hay reciprocidad de parte de países productores” (Agencia AFP).
"Todas las opciones están sobre la mesa", dijo la funcionaria, quien recordó que la UE atraviesa "la crisis del siglo. No quiero descartar nada por ahora".
El mensaje llevaba destinatario. La funcionaria agregó: La UE "exporta a muchos países que producen vacunas. Esto es entonces una invitación a que (esos países productores) se abran. De forma que podamos ver exportaciones de retorno".
La Unión Europea ha acusado a Londres de aplicar un embargo de hecho a la exportación de vacunas, una idea que el primer ministro británico, Boris Johnson, ha negado de forma enfática.
Los flecos del Brexit son visibles en este diferendo.
Esta semana hemos visto a varios países europeos anunciar la suspensión del uso de la vacuna AstraZeneca por posibles efectos secundarios de la dosis. Sin embargo, la OMS recomendó el día de ayer seguir usándola.
Dos enseñanzas nos deja esta crisis. La primera de ellas es la importancia que tienen instituciones como la OMS, brazo sanitario de la ONU. Finalmente, la importancia que reviste evitar la politización de las nacionalidades de la vacuna.
Escuchemos a la OMS.
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