“Estamos más cansadas”: el teletrabajo profundiza la carga laboral de las mujeres mexicanas

Una mujer carga a su hija mientras trabaja.
Una mujer carga a su hija mientras trabaja.Miguel Pereira / GETTY IMAGES

Erika Rocha inicia su trabajo formalmente a las ocho de la mañana con una videollamada para tratar asuntos del día en su trabajo como editora. Sin embargo, suele terminar sus jornadas a las 11 de la noche y se levanta antes de que amanezca para poder cuidar de sus hijos de 2 y 4 años. “El trabajo en casa para mí es doble, porque tengo que atender a mis hijos y al mismo tiempo cumplir con una carga de trabajo adicional desde casa”, refiere la comunicadora de 32 años.

El trabajo a distancia ha profundizado la carga laboral de las mujeres en comparación con los hombres. De acuerdo con una encuesta elaborada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), 54% de las mujeres que trabaja desde su casa manifiesta tener mayor carga de trabajo, al mismo tiempo que sus actividades de cuidado en el hogar han aumentado al triple.

“Yo creo que las mujeres estamos más cansadas con el home office”, dice Julia Fernández, agente de una firma de relaciones públicas en Ciudad de México. En su opinión, las juntas virtuales por Zoom no han representado una oportunidad para expresar sus opiniones, sino que se continúa la brecha que ya se había iniciado en lo presencial.

Belén Sanz Luque, representante de ONU Mujeres en México, indica que la contingencia sanitaria por el coronavirus ha incrementado tres veces el trabajo de cuidados en el hogar que se añade en muchas ocasiones a la carga profesional que tienen quienes pueden ejercer desde su casa. “La participación igualitaria es muy desafiante en lo presencial y se vuelve doble en el teletrabajo en la toma de la palabra, la escucha se vuelve más compleja”, dice en entrevista.

La pandemia arrebató el empleo a 21% de las mujeres en el sector formal, de acuerdo con cifras del Inegi a mediados de 2020, mientras que el trabajo se hace más pesado en casa para quienes lo conservan. Aunque hay más carga laboral, los ingresos de las trabajadoras no aumentan. Teresa López es maestra de primaria en un colegio privado y ha visto mermado sus ingresos en un 30% desde que inició la pandemia. “Tengo que estar revisando tareas y trabajos hasta muy entrada la noche y, por desgracia, mi salario no es el mismo”, indica la docente, en entrevista. Según el IMCO, 47% de las mujeres que siguen trabajando han visto una disminución de sus ingresos a causa de la crisis por el coronavirus. “Con todo, soy afortunada de tener trabajo”, refiere López.

El estrés laboral aunado a la carga de cuidados domésticos han provocado que al menos dos terceras partes de las mujeres manifiestan ansiedad y depresión, según una encuesta de ONU Mujeres. “El cuidado debe ser un derecho fundamental para los mexicanos, por eso se busca que se genere un sistema nacional de cuidados como un proyecto de ley”, refiere Sanz Luque.

Para Erika Rocha la sala de su casa se ha convertido en un aula donde uno de sus hijos toma clase, una sala de juntas y eventualmente, un comedor donde conviven en la tarde y en la noche. “Con la pandemia tenemos que asumir que la casa ya es el centro de todo, ya no hay una separación entre vida personal y profesional”, indica. “Con la llegada de la vacuna quizá esto pueda mejorar pronto”, reflexiona.

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