Crédito de la banca para vivienda ha sorteado la crisis de la pandemia

Crédito de la banca para vivienda ha sorteado la crisis de la pandemia
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Desde agosto del 2020 el crédito bancario ha mostrado caídas como consecuencia de la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19; sin embargo, el portafolio de vivienda es el único que, al menos hasta el cierre del año pasado, seguía con crecimientos.

Cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) precisan que mientras al cierre de diciembre del 2020 la cartera de crédito total de la banca múltiple mostró una reducción real anual de 5.3%, y dentro de ésta el portafolio de consumo se desplomó 11.4%; mientras que el de vivienda creció 5.5 por ciento.

Para Enrique Margain Pitman, director ejecutivo de crédito hipotecario de HSBC México, son varios factores los que han incidido en este comportamiento, pero principalmente la competencia que hay en el sector, que ha derivado en tasas históricamente bajas (incluso menores a 8% en determinados perfiles), y también a que ha habido una recomposición en el portafolio.

En entrevista, quien también es el encargado del comité de crédito hipotecario de la Asociación de Bancos de México reconoce que si bien en el 2020 (enero-noviembre) disminuyó en poco más de 10% el número de créditos bancarios para vivienda en su comparación con el 2019, el monto de originación aumentó 13% al pasar de 1.4 millones de pesos a 1.6 millones, en promedio.

“Entonces realmente lo que estamos viendo es que la disminución en el número, se compensa con el mayor monto promedio, y se da un proceso de recuperación gradual pero importante en la colocación hipotecaria”, señala.

Detalla que este comportamiento obedece a diversos factores como el que los bancos no han cerrado la llave del crédito, pese a la complicada situación económica; a las tasas históricamente bajas como consecuencia de una mayor competencia en el sector; y también ayudaron a esto los programas de diferimiento de pagos y reestructuras que se lanzaron como medida de apoyo ante la pandemia, lo que ha permitido que la morosidad en la cartera se encuentre aún baja en 3.2 por ciento.

Margain Pitman agrega que otro factor que explica el alza en el crédito hipotecario, es que ha cambiado la composición del portafolio, pues aunque ha habido menos productos de adquisición de vivienda, hay más crédito de pago de pasivos derivado justamente de la disminución de la tasa de interés.

“Los pagos de pasivos son cuando se transfiere tu hipoteca de un banco a otro con objeto de reducir la mensualidad, la carga financiera, se puede ajustar el plazo, contratar un crédito de liquidez, y este financiamiento de representar 4% en la colocación hipotecaria, pasó a 7%”, detalla.

Subraya: “vemos que hay, por un lado, prácticamente menos créditos, pero con una inversión similar, con un cambio en la composición de productos; menos créditos para adquisición de vivienda, pero más crédito de pago de pasivos”.

Destaca que hay un bono demográfico en el que 650,000 familias se crean cada año en el país, con o sin pandemia, y requieren una solución habitacional, ya sea rentar o comprar.

“Indudablemente esto permite que las personas sigan contratando créditos hipotecarios para adquisición de vivienda y sobre todo que esta opción no la difieran”.

Todas estas condiciones, abunda Margain, también han ayudado a que el sector se haya mantenido resistente ante la situación actual.

Reto, nuevos productos

No obstante, el director de crédito hipotecario de HSBC México, considera que el gran reto para la banca es ver la forma de incrementar el número de créditos, y atender otros nichos de mercado.

“Mi perspectiva es que en el 2021 podamos ver que la banca siga aumentando la colocación, y que tal vez podríamos lograr un alza en el número de créditos, que yo creo que es el reto en función de los nuevos productos que se pueden lanzar al mercado”, dice.

En este sentido, estima que este año podrán lanzarse nuevos productos como Cuenta-Infonavit, donde se podría utilizar la sub cuenta de vivienda de derechohabientes no activos y usarla como enganche; también se tiene contemplado el programa de economía mixta,y otros como los relacionados con renta con opción a compra; ofrecer financiamiento a dos personas que no tienen una relación familiar; y créditos para no residentes, entre otros.

“Hay muchas posibilidades de creación de nuevos productos, y esto puede ser lo que impulse que la banca otorgue un mayor número de créditos”, enfatiza.

Eso sí, aclara que un factor que será fundamental para ello, es cómo se comporte la morosidad que, hasta ahora, tiene perspectivas positivas.

Contracción de 11.4%

En consumo, la caída es de doble dígito

Contrario a lo ocurrido con la cartera hipotecaria, el portafolio de consumo de la banca comercial es el que más ha resentido los efectos de la crisis económica y, a diciembre, registró una caída de doble dígito.

De acuerdo con las cifras de la CNBV, al cierre del 2020 el saldo de la cartera de consumo sumó 955,000 millones de pesos, esto es una caída real anual de 11.4 por ciento. En el 2019 este portafolio sumó poco más de 1 billón de pesos.

Dentro del portafolio de consumo, los créditos personales se desplomaron 20.7% a tasa anual, al pasar el saldo de 197,000 millones a 162,000 millones de pesos.

A éste le siguió el de la tarjeta de crédito, con un saldo de 360,000 millones de pesos, una baja de 14.2% contra los 407,000 millones de pesos registrados al cierre de diciembre del 2019.

Después se ubicaron los créditos de nómina, con una disminución a diciembre de 5.5%, y un saldo de 248,000 millones de pesos.

En tanto que los créditos bancarios para la adquisición de bienes de consumo duradero mostraron una contracción anual de 2 por ciento. Aquí destaca la baja en los financiamientos para autos, con una disminución de 5.2% en el periodo.

En empresas es menor

Los créditos comerciales otorgados por la banca múltiple, que incluyen los portafolios de empresas, entidades financieras y gobierno, registraron una caída de 6.2% en su comparación real anual a diciembre del 2020, con un saldo de 3.2 billones de pesos (3.3 billones en diciembre del 2019).

Dentro de este portafolio, la cartera de empresas (que es la que sostiene el grueso de este tipo de créditos), se contrajo 5.4% en su comparación real anual, al sumar 2.5 billones de pesos.

En tanto, el portafolio de entidades gubernamentales, disminuyó 4.4% en el periodo a 551,000 millones de pesos, un año antes sumaron 559,000 millones.

Aquí destaca un crecimiento de 59.5% en los créditos al gobierno federal o con su garantía, aunque el saldo es de apenas 57,000 millones de pesos (35,000 millones en diciembre del 2019). Los créditos a estados o municipios o con su garantía, aumentaron 2.2% para un saldo de 313,000 millones de pesos; los otorgados a organismos descentralizados o desconcertados se contrajeron 45.4%; y los destinados a empresas productivas del estado disminuyeron 16.3 por ciento.

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