Monedas digitales, seguras sólo si las operan bancos centrales: Carstens

El funcionario reconoció que las monedas digitales han mostrado ser útiles, pero cuando tienen el respaldo de un banco central. Foto: Reuters

El manejo de una moneda digital que garantice operaciones financieras eficientes y seguras, debe ser ejecutado por los bancos centrales. De otro modo se corren riesgos de bajo respaldo sobre las transacciones, corridas y colapso de la infraestructura donde se trasladan, alertó el Gerente General del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés), Agustín Carstens.

Al participar en un seminario sobre Perspectivas Empresariales Fintech, organizado por la Asociación de ex alumnos del ITAM, afirmó que el BIS como el banco de los bancos centrales, está convencido que la innovación digital es de gran utilidad para facilitar desde pagos rápidos minoristas, es decir entre personas, hogares y empresas, hasta las transacciones financieras de los bancos centrales.

Pero también tiene la certeza que estas tecnologías financieras digitales deben ser operadas sobre sistemas extremadamente eficientes, bajo absoluta cautela y garantizando la seguridad en cada tramo de la operación.

En la conferencia magistral subrayó que es por esta premisa de certidumbre, que deben ser los distintos bancos centrales los responsables de operar la digitalización de los pagos.

“Si cada uno empieza a crear su propia moneda digital, pues tendremos un verdadero desorden donde los respaldos del activo serán inadecuados. Esta es una historia conocida. Ya ha sucedido con algunos ciberactivos menores que han colapsado ante corridas y fraudes”, señaló.

El banquero de los bancos centrales explicó que cuando la gente confía en un sistema para intercambiar valores, no se puede otorgar ningún margen de error.

Los sistemas deben ser simple y extremadamente eficientes. No es aceptable ni 0.001% de error”, aseveró.

Ya experimentan

El gerente general del BIS admitió que ya hay bancos centrales que están experimentando con monedas digitales propias a partir de las buenas prácticas que les ha dejado el manejo del dinero fiduciario.

Su uso favorecerá la inclusión financiera de manera segura y facilitará la rapidez de pagos minoristas como las remesas, consignó.

Pero no basta con tener la certeza en uno solo de los países o en varios. Para que se dé un flujo de capital en criptomonedas operadas por bancos centrales se necesita coordinación, normativa y supervisión local e internacional.

En la última semana de enero, el mismo Carstens explicó al presentar la tercera encuesta sobre monedas digitales entre bancos centrales, levantada por el BIS, que 86% de ellos está actualmente experimentando con algún tipo de moneda digital.

El dinero digital emitido por un banco central, es la unidad de cuenta nacional que representa un pasivo del banco central que, si se decide sea para uso de los hogares y empresas se le denomina por ahora CBDC de propósito general o minorista.

El directivo sostuvo que muchas innovaciones de pago que actualmente están disponibles, operan sobre infraestructuras que también han sido aprovechadas por bancos centrales para facilitar transacciones rápidas.

Tomó de muestra los casos de la Interfaz de Pago Unifica (UPI) de India; la Plataforma de Cobro Digital (CoDi) de Banco de México; PIX de Brasil y la propuesta de FedNow en Estados Unidos.

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